Curiosidades

¿A partir de qué tasa de alcoholemia es delito?

Todos conocemos de sobra las normas viales, pero, aun así, existen muchos individuos que se propasan con el consumo de alcohol hasta el punto de terminar convirtiéndose en un peligro para ellos mismos y para otros. Y es precisamente por este motivo que existen, a día de hoy, diversas leyes que regulan estás normas viales y que, por lo tanto, establecen que existen ciertas multas o condenas para castigar a aquellos individuos que no cumplan dichas normas de seguridad por la carretera.

Por este motivo, en este artículo hemos preparado algunas de las preguntas y cuestiones más habituales que se relacionen con este tema de delito por alcoholemia para que, en el caso de encontrarte en una situación en la que necesites información al respecto, puedas acceder a esta pequeña guía en la que te explicamos cuál es la tasa de alcoholemia permitida, cuál es la condena penal por alcoholemia o si puedes negarte a un control de alcoholemia entre otras dudas habituales: 

Delito de alcoholemia: definición

Lo primero que hay que tener en consideración a la hora de entender cómo funciona la ley respecto a los delitos de alcoholemia es que hablamos de un delito ilícito que condena las conductas irresponsables del uso de tráfico que ponen en peligro la integridad personal y el bien jurídico de la salud y la vida de otros. 

Con todo esto, se necesitan ciertos requisitos para confirmar el delito de alcoholemia como tal, pues el Código Penal estipula que la ley castigará únicamente todos aquellos casos en los que el delito quede firmemente respaldado por evidencias; es decir, que sin pruebas no habrá delito. 

Así, la forma de averiguar si se ha cometido una infracción como tal durante la conducción en carretera se establece mediante la tasa de alcoholemia fija que dicta la DGT. Pues en el caso de superar esta cifra hablaremos de delito y se procederá a analizar el caso y sus consecuencias para efectuar una condena que proceda.

¿Qué tasa de alcohol se considera delito?

De esta forma, existen dos formas de medir la tasa de alcohol actualmente, tal y como marca la Dirección General de Tráfico: la primera de ellas es por aire y la segunda por sangre, siendo las cantidades permitidas las de 0,25 mg/l en aire espirado y de 0,5 g/l de alcohol en sangre. 

Esto, además, solo se aplica a los conductores normales, y quedan fuera de esta categoría los ciclistas, conductores noveles o conductores profesionales; en cuyos casos, esta tasa sería cero para los noveles y 0,15 g/l en aire espirado y 0,3 g/l de alcohol en sangre para los profesionales. Estos, también están obligados a llevar alcoholímetros en sus vehículos como medida de seguridad.

Para considerar que una persona que supere las tasas, además ha cometido un delito en contra de la seguridad vial, no solo se tendrá esta medición de alcohol en sangre en cuenta, sino que se deberá de demostrar o que no ha respetado las normas de seguridad de tráfico más básicas y que, por lo tanto, su conducción era temeraria; o que está poniendo en riesgo de alguna forma la integridad de las personas con las que viaja o las de otros vehículos que circulan corrientemente por la carretera. Es decir; que su conducción resulta peligrosa.

¿Cuál es la tasa de alcoholemia permitida?

Ahora que ya hemos entendido cuáles son los parámetros que influyen directamente en la tasa de alcoholemia y que sabemos que, generalmente, dependemos de medio gramo por litro en sangre para que se considere o no que estamos cometiendo un delito de alcoholemia no estaría nada mal poder entender cómo se traduce esta medida a la cantidad de copas que podemos ingerir antes de coger el coche.

Sin embargo, esto resulta más complicado de deducir de lo que parece, ya que son muchísimos factores personales y circunstanciales los que determinarán la cantidad de bebidas que podemos tomar antes de dar positivo en un control de alcoholemia. Principalmente, esto dependerá de factores como de nuestro peso, de nuestro sexo, de si hemos ingerido comida o no, de nuestro metabolismo, del nivel de cansancio, de nuestro aguante, del tipo de bebida que hayamos consumido y de los grados que se encuentren en dicha bebida. Por lo que es difícil establecer exactamente cuánto alcohol se puede beber sin dar positivo en la prueba de alcoholemia.

Aun así, generalmente, la propia DGT indica unos valores genéricos que nos dicen que, en el caso de un hombre que se encuentre entre los 70 y los 90 kg, que haya bebido una única copa de 33 cl aproximadamente, dará entre 0,20 y 0,28 gramos de alcohol en sangre en un control de alcoholemia. 

Esto nos puede indicar que si nos sobrepasamos y bebemos más de dos bebidas de 33 cl podremos estar rozando el máximo permitido de alcohol en sangre a la hora de conducir. De este modo, resulta importante que tengamos en cuenta que cuanto menos bebamos a la hora de coger el coche mucho mejor; no solo porque nos arriesgaremos menos a poner en peligro la vida de otros y la nuestra, sino también porque tendremos muchas menos posibilidades de dar positivo en un control de alcoholemia.

¿Cuál es la condena penal por alcoholemia?

Como todo el mundo sabe, conducir bajo los efectos del alcohol comprende, en la mayor parte de las ocasiones, un delito en el caso de que superemos la prueba de alcoholemia y, por tanto, existen tanto multas como condenas penales o trabajos en beneficio de la comunidad a los que podremos vernos sometidos en el caso de que la policía nos detuviese con más alcohol del permitido a la sangre. A esto hay que sumarle que en la mayoría de ocasiones no solo se van a restar también puntos del carnet de conducir, sino que puede incluso que se nos retire el permiso.

Con todo esto claro, si quieres conocer cuál es la condena penal por un delito de alcoholemia, te comentamos a continuación cuáles son todos los escenarios posibles para que sepas a lo que atenerte en el caso de que conduzcas tras haber ingerido alcohol. 

  • Hablamos de que, por norma general, existe un delito de prisión que puede extenderse de 3 a 6 meses en el tiempo, en función de la gravedad del delito. 
  • Además, también tenemos que hablar de la pena de multa de 6 a 12 meses con la que podemos contar.
  • Finalmente, la tercera opción será la de verte obligado a llevar a cabo ciertos trabajos en beneficio de la comunidad durante un mínimo de 30 a un máximo de 90 días.
  • Por si esto no fuese poco, como ya hemos mencionado, generalmente, todas estas sanciones vienen acompañadas por la retirada del permiso de conducir, además de que muchas ocasiones se resta puntos del carnet, por lo que esto te obligará a la necesidad de volver a sacarte el carnet de conducir una vez que puedas regresar a la carretera. 

A todo esto, además, hay que sumarle todo el daño colateral que puedas ocasionar en la situación de haber cometido un delito por alcoholemia. Hablamos no solo de los daños al entorno público, sino también a los individuos que hayan podido verse involucrados en dicho accidente y a ti mismo, por lo que es importante entender que los delitos por alcoholemia no solo conllevan multas económicas, sino que, además, implican una gran carga emocional y en muchas ocasiones un proceso de recuperación que requiere de ayuda de profesionales. 

Por este motivo, si te ves implicado en un accidente por haber consumido más alcohol del que deberías o si simplemente necesitas consultar este tema con abogados profesionales, nuestra mejor sugerencia es que acudas a un bufete especialista en casos de alcoholemia como https://garanley.com/abogados-alcoholemias/; quiénes cuentan con abogados expertos en delitos de alcoholemia y que podrán asesorarte y ayudarte a través de todo el proceso para que salgas todo lo beneficiado que puedas. 

¿Te puedes negar a un control de alcoholemia?

Una vez que ya has entendido cómo funciona todo el proceso del delito de alcoholemia, es muy posible que te preguntes si hay alguna forma de evitar llegar a esta situación o si es posible negarse a un control de alcoholemia. Es importante comprender que, en el supuesto de decir que no quieres hacerte la prueba de alcoholemia frente a la policía, estarás cometiendo otro delito contra la seguridad vial y que, por lo tanto, lo único que conseguirás con todo eso será agravar el caso. 

Una persona que se niegue a realizar un control de alcoholemia generalmente será aquella que haya bebido y que, como consecuencia directa, vaya a dar positivo, por lo que será una situación que no llevará a ningún sitio, pues terminará por delatarte, e incluso terminará por agravar todavía más el delito. 

De esta forma, hablamos de que si te niegas a realizar un control de alcoholemia estarás cometiendo un delito de desobediencia ante las autoridades, pues a día de hoy este se castiga con una pena de prisión e incluso con la privación del derecho de conducir, de modo que este es un delito muchísimo peor que simplemente dar positivo en la tasa de alcoholemia.

En resumen; si das positivo en una prueba de alcoholemia, podrás ser castigado únicamente a pagar una multa o a realizar trabajos en beneficio de la comunidad, pero podrás evitar ir a prisión. Por contra, si te niegas a realizar el control de alcoholemia, el único castigo posible será la prisión y la retirada completa del carnet de conducir sin forma de recuperarlo. 

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