Qué hacer en caso de dar positivo en la prueba de alcoholemia
Los conductores que se someten a una prueba de alcoholemia pueden experimentar nerviosismo o sorpresa. Un resultado positivo implica serias consecuencias legales, que afectan tanto la seguridad personal como la situación jurídica del individuo. Las repercusiones pueden incluir sanciones severas y daños a la reputación.
¿Cómo funciona la prueba de alcoholemia?
Una prueba de alcoholemia tiene como objetivo determinar si un conductor ha ingerido alcohol y de ser así, la cantidad exacta en su organismo. Se realiza habitualmente con un alcoholímetro, que mide el nivel de alcohol en el aire exhalado. Si el resultado supera los límites legales, el conductor puede enfrentarse a sanciones, que varían según el grado de alcoholemia y si es una infracción recurrente.
La tasa permitida para conductores suele estar cerca de 0.25 mg/L de aire espirado, aunque para conductores profesionales o noveles puede ser más baja. Sin embargo, dar positivo en la prueba no implica automáticamente una culpabilidad, ya que existen procedimientos legales para reducir las repercusiones o defenderse de los cargos.
Siempre debes mantener la calma
Si eres detenido por la policía y el resultado de la alcoholemia es positivo, lo primero es mantener la calma. Reacciones impulsivas o agresivas solo empeorarán la situación. Aceptar la situación con serenidad ayudará a evitar complicaciones adicionales.
Es importante saber que tienes derecho a solicitar una segunda prueba. Si la primera se realiza con un alcoholímetro portátil y da un resultado positivo, puedes pedir que te hagan la prueba en un dispositivo homologado. Este procedimiento se lleva a cabo en una comisaría o en presencia de un agente autorizado. Si el resultado en esta segunda prueba es negativo, la situación puede resolverse a tu favor.
Pide la ayuda de un buen abogado
En caso de dar positivo en la prueba de alcoholemia, es importante ponerse en contacto con un abogado experto en este tipo de casos. Un abogado especializado en alcoholemia puede ofrecer asesoramiento legal inmediato y comenzar a trabajar en la defensa de tus derechos. Los abogados como los de garanley.com son expertos en la materia y pueden guiarte en todo el proceso judicial, asegurándose de que se respeten tus derechos y buscando posibles argumentos para reducir las consecuencias legales.
Un abogado especializado analizará los detalles de tu caso, como el procedimiento seguido por los agentes de policía, el estado de los equipos utilizados para la medición y las circunstancias del incidente, entre otros factores. Su experiencia puede ser clave para encontrar posibles errores en el proceso o en la aplicación de la ley, lo que podría llevar a la anulación de la prueba o a una reducción de las sanciones.
¿Qué pasa si se da positivo?
Dar positivo en un control de alcoholemia en España conlleva sanciones que pueden ser muy serias, según el nivel de alcohol en sangre y si el conductor es reincidente. Las autoridades establecen distintos rangos de alcoholemia para determinar la gravedad de la infracción y aplicar la penalización correspondiente.
Una de las consecuencias más comunes es la multa económica. En función del nivel de alcohol detectado, la sanción puede alcanzar los 1.000 euros. Este importe se duplica si el conductor es reincidente, aunque la tasa no haya sido especialmente alta. Se busca así penalizar con más dureza a quienes han mostrado un comportamiento irresponsable en más de una ocasión.
Otra medida habitual es la pérdida de puntos del carné de conducir. Superar la tasa permitida puede suponer la retirada de entre cuatro y seis puntos, dependiendo de si la infracción es considerada grave o muy grave. Esta pérdida puede tener un impacto importante para los conductores que ya han acumulado otras sanciones previas.
En casos más severos, como cuando se registra una tasa muy alta o hay antecedentes, puede aplicarse la suspensión del carné de conducir. Esta inhabilitación para conducir puede durar varios meses, durante los cuales la persona sancionada no podrá ponerse al volante. Esta medida busca garantizar la seguridad vial y evitar que conductores peligrosos circulen.
También puede producirse la inmovilización del vehículo si el conductor no está en condiciones de continuar la marcha. Las autoridades pueden retener el coche hasta que otra persona en condiciones legales pueda hacerse cargo de él, o bien trasladarlo a un depósito.
Por último, si la situación es especialmente grave —por ejemplo, si se ha causado un accidente bajo los efectos del alcohol—, el caso puede derivar en una pena de prisión. En estos supuestos, el delito se considera penal y no solo administrativo, con la posibilidad de que el infractor tenga que cumplir condena en la cárcel.
¿Cómo se evita que la pena sea mayor?
Los abogados de Garanley nos comentan que existen varios pasos clave para minimizar las consecuencias legales tras un positivo en alcoholemia. Todo comienza con la actitud adoptada en el momento de la intervención policial. Colaborar con las autoridades desde el primer momento es fundamental. Negarse a realizar la prueba o mostrar resistencia puede implicar sanciones más graves e incluso, en algunos casos, constituir un delito penal.
Contar con un abogado especializado en este tipo de casos es crucial. Su conocimiento del proceso legal y su capacidad para defender tus derechos puede marcar la diferencia. Este apoyo legal resulta especialmente importante cuando surgen dudas sobre la fiabilidad de la prueba. Si se detectan posibles fallos en el procedimiento o en el funcionamiento del alcoholímetro, es posible impugnar los resultados.
Apelar la prueba de alcoholemia si existen irregularidades como una mala calibración o una contaminación del aire exhalado puede ser una vía efectiva de defensa. En ese contexto, el abogado sabrá cómo actuar para poner en duda la validez del resultado.
Solicitar un análisis de sangre como prueba alternativa también es una estrategia recomendable. Este tipo de análisis ofrece mayor precisión y podría respaldar una versión más favorable de los hechos. Cada decisión tomada desde el primer momento, guiada por un profesional, puede influir directamente en el resultado del proceso legal.